literature

Un nuevo mundo. Capitulo 1

Deviation Actions

Marvbkr's avatar
By
Published:
1.3K Views

Literature Text

Capitulo 1. Un nuevo mundo

El soldado había terminado de ver el estado de la Albatross y se dirigió hacia la puerta de evacuación para salir y explorar la misteriosa zona. Antes de abrir la puerta miró hacia uno de los estantes de armería y de él tomó un “rifle de asalto MA5B”  y dos cartuchos de 60 balas que colocó en las ranuras de la armadura en su cintura.

Presionó el botón que estaba al lado de la puerta y esperó hasta que esta se abriera por completo. Mientras la puerta se abría,  al mismo tiempo una rampa metálica se formaba; está se conectaría con la superficie de la tierra. También podía escucharse el gas a presión salir de los  dos largos pistones que estaban en la parte superior de cada extremo de la entrada.

El soldado de armadura verde aceituna conocido entre las fuerzas de la "UNSC" como SPARTAN descendió de la rampa. Los SPARTAN eran humanos que fueron modificados genéticamente para posteriormente convertirse en “súper soldados” que servirían a las fuerzas de la UNSC para defender a la humanidad ante la temible amenaza Covenant.

La matrícula de servicio de la UNSC lo tenía registrado como el SPARTAN III: Soren – 091. Su nombre completo, su lugar de origen,  así como su edad era información confidencial. El portaba la armadura “MARK V”, en su pecho del lado izquierdo tenia grabado en pintura blanca el numero 091, mientras que del lado derecho estaba las siglas de  la UNSC.  Su tamaño era aproximadamente de 2.15 m; una estatura un poco inusual para una persona normal, pero no para un SPARTAN.

Su rostro estaba protegido por un casco que también pertenecía al modelo MARK V, este tipo de casco ya contaba con una alta tecnología como era el “HUD” que le mostraba cierta información del terreno a quien lo usará, además de mostrar el estado de la armadura y otras funciones.

El SPARTAN miró a su alrededor sosteniendo firmemente su rifle en caso de que alguna fuerza del Covenant o una criatura nativa aparecía de repente y lo atacara, pero al ver que no había actividad en la zona se relajó y bajó su arma.

Colocó su mano en el comunicador de su casco – Habla Soren – 091, ¿alguien me recibe? – Preguntó el soldado, pero lamentablemente no hubo respuesta alguna.

El SPARTAN continuó tratando de enlazarse  con alguien de la UNSC, pero así como la primera vez, no tuvo éxito. Entonces, dio por hecho que estaba varado en ese lugar, al menos hasta que alguien lograra captar su mensaje.

Repentinamente por la pantalla de su casco apareció un pequeño círculo rojo, eso solo significaba que algo estaba cerca de su posición y había una probabilidad de que lo que fuese que estuviera cerca de él podría ser hostil.

El SPARTAN de inmediato se puso en alerta y apuntó hacia donde marcaba su radar con el punto rojo. Enfrente de él había algunos arbustos  verdosos, se acercó lentamente a ellos sujetando su rifle y apuntando en todo momento. Hizo a un lado uno de los arbustos y para su sorpresa vio algo que no se esperaba.

Detrás de ellos vio a una niña de aproximadamente doce años de tez blanca, con unos ojos azulados y un cabello rojizo amarrado a modo de dos coletas. En la mirada de ella se podía apreciar una mezcla de curiosidad y miedo que se debía al ver al gigante de metal tan cerca.

El soldado al ver que su “amenaza” se trataba de tan solo una niña, él de inmediato bajó su rifle y le ofreció su mano para que saliera de los arbustos  – No tengas miedo…  

La niña que inclusive se veía un poco temblorosa desconfió de las palabras de él  y fue entonces que huyó del lugar a toda prisa.

– ¡E-espera! – Exclamó el SPARTAN  – ¡No quiero lastimarte! –  El soldado comenzó a perseguirla alejándose de la Albatross.

– ¡Vuelve! – Mientras el soldado de metal seguía a la niña notó algo inusual, ella se movía a una gran velocidad, casi comparada con la velocidad de algunos SPARTAN.

La niña continuaba corriendo a toda prisa moviéndose con una gran agilidad por el bosque hasta que después de unos minutos ella logró salir de ese lugar para llegar a un campo. Desafortunadamente, la niña había tomado un camino erróneo, ya que frente a ella estaba algunas rocas grandes que le frenaron su huida.

Pronto el SPARTAN también logró salir del boque y entonces la alcanzó, pero por segunda vez quedó sorprendido. Él pudo ver mejor a la niña y vio que ella vestía en su pecho un top de color blanco con tonos amarillos. En su cintura tenia lo que parecía ser una falda blanca un poco descuidada, pero lo extraño era que dicha falda no cubría un par de piernas, sino que cubría el cuerpo de lo que parecía ser una serpiente de un color rojo.

Frente a él había una niña que tenia la mitad superior de su cuerpo de una persona y la mitad inferior de una serpiente. Sin duda, fue algo que lo dejó muy sorprendido. Pareciera como si esa niña fuera una de las criaturas mitológicas que aparecían en las historias que la “IA” del campo de entrenamiento de la UNSC les contaba a los jóvenes SPARTANS durante sus clases de historia.

La niña al verse acorralada tomó de su cintura una pequeño zurrón café y se lo arrojó a los pies del soldado metálico  – ¡Tómela, es todo lo que tengo! Puede quedársela, p-pero  no me haga daño…  – Dijo ella con voz temblorosa.

El SPARTAN miró hacia el zurrón y notó un pequeño brillo dorado salir de él. Lo tomó y vio que dentro parecía tener cuatro monedas de un color dorado y dos de un color plateado. Su vista de nuevo se concentró en la niña y pudo notar todo el miedo que tenía en ese momento. Él entonces se dirigió lentamente hacia donde se encontraba ella; a cada paso él se acercaba más, pero aun así mantenía cierta cautela en caso de que lo atacara de forma repentina.

La niña al ver que se acercaba el soldado trato de moverse, pero su cuerpo no le respondía. Solo pudo recargar su espalda en la roca y se cubrió con sus brazos su rostro – No, no te acerques…  

– Esto es tuyo, tómalo… no pienso lastimarte  – Respondió el soldado quien estaba frente a ella.

La niña abrió sus ojos lentamente y se descubrió su rostro, entonces miró que el soldado de metal le estaba devolviendo su zurrón con sus monedas dentro.

– Perdona, no quería asustarte de esa manera. Toma tus cosas  – Y con ello, el SPARTAN dejó en las manos de la niña su pequeña bolsa.

Ella lo miró y seco algunas lágrimas con su mano que le habían brotado debido al miedo que había sentido hace un instante – De verdad… ¿no me vas a lastimar? – Preguntó ella.

Pero antes de poder responder el SPARTAN, se escuchó otra voz  – ¡Aléjate en este instante de ella, humano! – Esta nueva voz amenazante parecía ser  de una joven mujer.

En el HUD  del casco del soldado aparecieron alrededor de nueve círculos rojos detrás de él a una distancia de unos  diez metros. Entonces giró su cabeza y vio a nueve jóvenes chicas que le apuntaban con unos arcos grandes de madera, preparadas para disparar en cualquier momento sus flechas.

– ¡Lora! ¿¡Te encuentras bien!? – Dijo una chica que estaba al frente de ellas; parecía como si ella fuese la líder del grupo. Su tez era morena, tenía un cabello largo y lacio de un color obscuro. En su rostro se veía un fleco largo que le cubría casi la mitad de él,  además de tener un par de ojos de color ámbar y unas orejas grandes que terminaban en punta; ambas orejas tenían cuatro pendientes en forma de anillo de un color dorado.

Vestía en la parte superior una playera morada sin mangas y  aparte poseía algunas partes metálicas que le protegían  el pecho y sus hombros. En la parte inferior de su cuerpo vestía con una falda que le llegaba a las rodillas y que únicamente cubría la parte delantera y trasera, dejando al descubierto los costados. También podía verse al frente de la falda un extraño símbolo de un color rojo. Usaba unas botas de cuero de color obscuro con algunos toques morados.

La chica morena por un breve momento miró a la niña y le hizo una señal con su mano para que ella fuera donde se encontraban las demás. Después miró con ojos amenazantes al soldado verde para cerciorarse que no intentara nada.

Al llegar la niña serpiente donde estaban ellas, dos de esas chicas se acercaron a la niña para buscar alguna posible lesión por parte del SPARTAN.  

– Lora está bien, Meia. No tiene ningún rasguño – Dijo una de las dos chicas que la revisaron.

Meia se sintió un poco aliviada, pero aun tenía que lidiar con la presencia del soldado – ¿Qué estás haciendo por este lugar, humano? Acaso… ¿eres un espía?

– (Esto se está complicando…) – Pensó el SPARTAN mientras recordaba su entrenamiento. El había sido entrenado para proteger a los civiles ante cualquier clase de peligro, pero sabía que si un civil o un grupo de civiles amenazaban su vida, él estaba autorizado a aniquilar dicha amenaza, por lo que pensó en tomar su rifle y acabar con los agresores.

Entonces, lentamente levantó su mano derecha y la dirigió hacia su espalda para tomar su rifle y abrir fuego. Al ver el movimiento del soldado, las chicas se prepararon para disparar sus flechas en cuanto su líder lo ordenará. El SPARTAN continuó y repentinamente una de esas flechas pasó muy cerca de su casco chocando con la roca y dejando una pequeña marca en ella.

– ¡Intenta algo de nuevo y la siguiente irá directo a tu frente! – Advirtió Meia mientras lo miraba de forma desafiante, al mismo tiempo que preparaba otra flecha para disparar.

El soldado notó cierto temor en algunas de ellas. Estaban asustadas ante esa situación, por lo que decidió no tomar su rifle. Tenía en cuenta que podía atacarlas, pero ellas realmente no eran un peligro, ya él pensaba que sus armas no podrían atravesar su armadura. Además que revotarían las flechas gracias al escudo invisible que lo protegía.

– (Si hago lo que ellas quieren… tal vez pueda encontrar la forma de que me liberen. así no habrá muertes innecesarias…) – Pensó el SPARTAN, y entonces lo que se le ocurrió fue levantar ambas manos en señal de rendición y arrodillarse.

– ¿Qué haremos con él? – Preguntó en voz baja Meia a una de sus compañeras que estaba al lado suyo al ver lo que estaba haciendo el soldado de la armadura verdosa.

Aquella compañera de Meia era una mujer que aparentaba tener una edad un poco mayor que el resto del grupo. Poseía una cabellera azulada, larga y lacia. A los lados de su cabeza se veía salir dos mechones que estaban amarrados con un listón rojo. Su tez era blanca, tenía unos ojos azulados como el cielo que transmitían cierta paz; y al igual que Meia, tenía un par de orejas grandes y de aspecto puntiagudo. Vestía con un traje ligero blanco con franjas horizontales azuladas en las orillas.

– Lo llevaremos con nosotras a la aldea… – Respondió la chica de cabellera azulada que mostraba una tranquilidad en su rostro.

Meia la miró de una forma no muy convencida – ¿E-estás segura, Luma? ¿Llevaremos a este humano a nuestro hogar? – Preguntó un poco molesta la chica morena.

– Será una perfecta oportunidad para nosotros saber que estaba haciendo por estas tierras –  Respondió Luma.

– No hemos sabido que han estado haciendo los humanos en estos últimos meses. Tal vez si no lo llevamos podamos obtener algún tipo de información – Añadió la chica de ojos azules.

Meia se quedó pensativa por un momento y al final aceptó la propuesta de su compañera. Hizo una señal al resto de sus compañeras y dio la orden – ¡Átenlo!

Tres de ellas se acercaron y le colocaron sus brazos detrás de su espalda para poder amarrarlo con una soga. Después de amarrarlo se aseguraron de que la soga no cediera y se rompiera.

– Capitana, el humano ha sido atado. Esperamos órdenes – Anunció una de ellas.
Meia miró a Luma y está ultima solo asintió con su cabeza – ¡Regresemos a casa! – Exclamó la chica de ojos ambar.

Todas empezaron a moverse, inclusive Lora que estaba detrás del SPARTAN. Meia se esperó hasta el final y entonces sintió la mano de Luma que le tocó el hombro – Se cómo te sientes con la idea de llevarlo a la aldea, pero no te preocupes – La chica de cabello azul dejo salir una ligera sonrisa haciendo que ella se sintiera un poco más segura. Entonces, todas se adentraron al bosque para dirigirse hacia donde estaba su hogar.

Pasó el tiempo y el grupo de chicas junto con el soldado por fin lograron salir del bosque para llegar a un terreno más amplio. Se trataba de un campo que estaba cubierto por un espeso césped verdoso, podía verse alrededor algunas colinas adornadas con algunas rocas de todos los tamaños, flores de diferentes colores y algunos árboles; inclusive por el lugar corría un pequeño río.

El soldado al ver a su alrededor le recordó de alguna forma los paisajes de “Reach”, al menos antes de que el Covenant atacara el planeta y lo convirtiera en un verdadero infierno, donde millones de personas y sus mismos compañeros murieron durante ese masivo ataque.

A lo lejos, el SPARTAN logró divisar lo que parecía ser un muro y una gran entrada de madera.  Y pasado algunos minutos, finalmente llegó el grupo y él a la gran puerta. A los lados de la puerta de madera se encontraban dos torres que estaban un poco más grandes que la puerta misma; y en cada torre había dos personas protegiendo la entrada.

– ¡La capitana Meia logró encontrar a Lora! – Dijo alegremente una de las que estaban en la torre.

– ¡Que alegría! Pero… ¿quién las está acompañando? – Dijo la otra chica – ¿Será un prisionero?

Las puertas se abrieron dejándolos pasar; por dentro se apreciaba una pequeña aldea donde se veían algunas viviendas de madera y algunos puestos donde se exhibían vegetales, algunas frutas, panes e inclusive pescados.

Algo que notó el SPARTAN es que dentro de la aldea había tan solo niños, ancianos y mujeres. No se veía por ninguna parte la presencia de hombres jóvenes o mayores.

– ¿¡Que estas mirando!? ¡Regresa tu mirada al suelo! – Exclamó Meia, entonces se detuvo y le dijo a sus compañeras que llevaran al humano a la celda y que en breve las alcanzaría – Avisaré a la Abuela Me que encontramos a Lora – Y con eso, Meia, Luma y Lora se separaron dejando a su cuidado del soldado al resto del grupo.

Ellas lo condujeron a donde se encontraban las celdas, que podía reconocerse fácilmente el lugar, ya que era la única casa hecha de piedra, por dentro había unas escaleras que conducían hacia abajo en donde se encontraban tres celdas vacías. Y así, el SPARTAN quedó encerrado en ese lugar.

Minutos después apareció la chica de tez morena en la entrada de la prisión, donde había dos mujeres jóvenes protegiendo la entrada. Una de ellas tenía el cabello largo, de un tono castaño y recogido en forma de cola de caballo; mientras que la otra tenía el cabello hasta la altura de los hombros  de un tono violeta. Ambas vestían un uniforme de un verde obscuro que  constaba de una playera de manga larga y una falda larga que dejaba al descubierto su pierna izquierda. Encima de la playera verde, ellas portaban una armadura de cuero marrón que les protegía su abdomen y pecho. Además de usar unas hombreras, unos guantes y encima de unas calcetas largas obscuras unas botas del mismo material que el resto de la armadura.

– ¿Y el humano? – Preguntó Meia a las dos guardianas que protegían la entrada.

– Ya se encuentra en la celda, Capitana. Aunque… no pudimos quitarle su yelmo – Dijo una de las guardianas.

– No importa, de todas formas no quiero ver su asqueroso rostro – Respondió Meia con cierta rabia.

– ¿Se dirige para interrogar al prisionero, capitana? – Preguntó la guardiana con cola de caballo.

– No, eso lo hará Luma. Solo iré a ver como se encuentra – Respondió la chica morena.

Ella entró al lugar y antes de bajar las escaleras, la joven de cabellera violeta le avisó a la capitana que en la mesa de abajo habían puesto un extraño artefacto que cargaba el soldado verde en su espalda, junto con dos cajas metálicas pequeñas.

– Gracias, pero será mejor que de eso se encargué Naru, ella tiene un mayor conocimiento en esas cosas que yo – Y con eso, Meia se dirigió hacia donde estaba el prisionero.

Abajo era un poco obscuro, el lugar era iluminado por algunas antorchas que estaban clavadas a las paredes de roca. Dentro de una de las tres celdas se encontraba el soldado quien estaba sentado recargándose en uno de los muros de piedra. Se percató de la  presencia de la chica morena por lo que volteó hacia donde ella se encontraba.

Ella lo miraba desde las escaleras con cierta furia en sus ojos  – Espero que no te sientas cómodo porque en cuanto termine tu interrogación serás ejecutado. No dejaré que ningún humano quedé con vida… no desde que ustedes iniciaron todo esto – Y dicho lo anterior, la chica salió del lugar.

El SPARTAN no entendía que estaba ocurriendo realmente, no sabía en qué lugar se encontraba o quienes eran esas personas. El quedó pensativo por un tiempo mientras ideaba la forma de poder salir de ese lugar, pero sin causar un alboroto; una opción era escapar de su celda al anochecer y dirigirse de nuevo al bosque.

Las horas pasaron y pronto comenzaba a atardecer, el cielo comenzaba a teñirse de un color anaranjado, mientras que las nubes tomaban un color rojizo. Dentro de la celda, el SPARTAN aun permanecía sentado en el mismo sitio, no podía darse una idea del tiempo que había pasado, ya que lo único que conectaba con el exterior eran esas escaleras de madera. De repente escuchó una voz familiar.

– Toma… hasta los prisioneros merecen un poco de comida.

El SPARTAN volteó a su derecha y vio a la misma niña que se encontró en el bosque. Ella con una sonrisa sostenía una pequeña charola que presentaba un aspecto viejo. Encima de la charola había un trozo de pan y un vaso de barro  con algunas cuarteaduras lleno de agua.

Él se mantuvo en silencio y tan solo vio a través de su casco fijamente a la niña – No lo quiero…      – Respondió de forma seria.

– ¿Ahhh…? ¿Sabes lo difícil que fue para que no me vieran entrar con esto? – Respondió Lora molesta mientras dejaba la charola en el suelo – Mira, ahhhhhh… – Ella tomó un pedazo del pan y lo introdujo a su boca.

– Lo vez, está muy rico. De hecho… muy rico – Entonces Lora tomó un segundo pedazo del pan y lo se lo comió.

– ¡Hay no! ¡Lo volví a hacer!  Vamos Lora, recuerda que este pan es para él, no para ti – Dijo ella mientras colocaba sus manos a los lados de su cara y miraba al suelo.

– No quiero interrumpirte, pero ¿por qué estás aquí? – Preguntó el soldado.

– Solo tengo curiosidad – Respondió entusiasmada la niña de cabello rojizo.

– ¿Curiosidad…? – Repitió él.

– Si, de ti. Es la primera vez que veo a un humano tan de cerca. Además…  – La niña con cuerpo de serpiente agachó la mirada y tocó sus dos dedos índices – Quería preguntarte si lo que me dijiste allá afuera era cierto – Dijo ella mientras tomaba sin darse cuenta otro  trozo del pan.

– ¿Sobre qué? – Preguntó él.

– Sobre lo de esta mañana, cuando me devolviste mis monedas. Sobre que no me ibas a last…
– Repentinamente Lora se quedó callada mientras lo miraba un poco intimidada.

– ¿Qué ocurre? – Preguntó él un poco extrañado.

– E-es tu yelmo…  Me siento un poco incomoda si me vez de esa forma. No puedo saber si me estás viendo a mi cara o… – Respondió nerviosa la niña mientras cubría con sus manos su pecho.

Entonces, el SPARTAN colocó ambas manos a los lados del casco y con su mano derecha presionó un pequeño botón oculto que ocasionó que un pequeño gas a presión saliera de las ranuras que se formaban entre el casco  y el cuello. Y así, el soldado dejó al descubierto su cara dejando a un lado su casco.

Su cara mostraba a un joven de aproximadamente veintitrés años. Su cabeza estaba rapada, pero podía verse como su cabello negro comenzaba de nuevo a crecer. El color de su piel era blanca, tenía unos ojos  de un color azulado tenue y podía apreciarse en su frente una cicatriz en forma de diagonal que le nacía desde el lado derecho de su frente hasta su mejilla izquierda, pasando por el puente de su nariz.

– Espero que esto arreglé el problema – Mencionó el joven soldado.

– Fiuuuu… imaginé que detrás de tu yelmo serías algo más espeluznante – Dijo ella mas aliviada.

– Con lo que me ibas a preguntar hace un momento… era cierto. No tenía intenciones de lastimarte – Respondió el soldado.

– Solo quería saber en qué lugar me encuentro. Aunque admito que no me imaginé encontrar a una niña con el cuerpo de una serpiente – Mencionó el SPARTAN.

– ¿Hablas en serio? ¿A caso nunca habías vista a una “lamia”? – Preguntó sorprendida Lora.

– He visto a otras criaturas, pero ninguna de ellas tiene un aspecto como el tuyo– Contestó él.

– Mmmm… – Lora lo miraba seria mientras se cruzaba de brazos y levantaba su ceja izquierda – No has visto nunca a una lamia, pero que me dices de las que te trajeron aquí, las elfas.

– ¿¡Elfas!? ¿Es que acaso ellas no son humanas? – Preguntó el soldado sorprendido.

– ¿Humanas? – La lamia rio – Si le dices eso a un elfo apuesto que no vivirás para contarlo. Los elfos son una raza muy orgullosa, y estoy segura que no tolerarían que los confundas, mucho menos con un humano – Dijo ella.

– (Eso explica porque se refieren a mí como “humano”) – Pensó el soldado.

– No habías visto a una lamia antes y no sabias como son los elfos. ¿Acaso nunca habías salido de tu hogar? – Dijo en tono de burla Lora.

– Eso me recuerda que no sé cuál es tu nombre. Tú ya sabes el mío, ¿pero cuál es el tuyo? – Mencionó ella.

– Mi nombre es Soren…

– ¿Soren…? – Ella quedó pensativa por un breve momento – Muy bien, Soren, ¿y qué hacías husmeando en el bosque?

– Fue… accidental que llegará a ese lugar. Es algo complicado – Respondió Soren.

– ¿Y qué hay de ti? ¿Cómo fue me encontraste? – Preguntó con cierta curiosidad el soldado.

– Bueno, eso fue porque ayer en la noche mientras estaba la fuerte lluvia pude ver desde mi ventana algo que estaba cayendo – La lamia chocó su mano derecha en forma de puño contra la palma de su mano izquierda para ser un poco mas explicativa – Parecía como una bola de fuego que caía desde el cielo. Entonces quise saber que era, por eso me escapé de la aldea esta mañana y me adentré al bosque.

Ella paro por un momento – Entonces… cuando estaba cerca del lugar pude olerte.

– ¿Olerme? – Repitió Soren.

– Si, los pocos humanos que he visto comparten un aroma muy similar. Y ese olor fue el que me condujo hacia ti, aunque me pareció extraño verte hablando solo – Dijo ella mientras se miraba a un lado y colocaba su mano derecha en su barbilla.

– Bueno, creo que ya fueron demasiadas preguntas. Ahora, ¿si aceptaras el pan que te traj…? ¿Ehhh? – Lora miró a la bandeja y vio que el pan había desaparecido.

– ¡Nooooo! ¡Me lo comí todo! ¡Lo volví a hacer! – Dijo ella lamentándose.

El SPARTAN la miró y tan solo soltó una pequeña risa. Entonces se escucharon unos fuertes estruendos en la parte de arriba, inclusive se pudo ver salir tierra del techo.

– ¿¡Qué fue eso!? – Preguntó asustada la lamia. Ella se dirigió hacia las escaleras y comenzó a subirlas para ver que estaba sucediendo allá arriba.

Soren intentó detenerla, pero fue algo inútil. Repentinamente se escuchó un grito que provenía de ella. Esto hizo que él se levantara y tomara la reja con sus dos manos. Entonces jaló con fuerza y la desprendió de los muros, la arrojó al piso y antes de subir las escaleras se colocó su casco y tomó su rifle de asalto junto con los dos cartuchos extras. Subió las escaleras quedando frente a la entrada, entonces en su casco se reflejó un intenso color anaranjado con tonos amarillos y rojos.

Salió de la prisión y miró como el fuego estaba consumiendo las casas de madera. Intentó localizar  a Lora entre la multitud que corría para resguardarse de las llamas. Comenzó a moverse y después de cruzar una casa en llamas giró hacia la izquierda, metros delante vio a Lora que estaba inmóvil mientras ella veía como una criatura corpulenta de un color marrón se acercaba.

– ¿Un brute? – Susurró el SPARTAN.
Capitulo anterior:

Prologo 

marvbkr.deviantart.com/art/Pro…


Información adicional:

Rifle de asalto MA5B.- Se trata del arma más común en el UNSC, se reconoce con facilidad por su cubierta voluminosa. El rifle de asalto posee un cargador a gas calibre 7.62x51 mm y es enfriado por aire. Es un arma automática con rango adecuado, pero pierde precisión fácilmente en distancias grandes.

UNSC.- Comando Espacial de las Naciones Unidas es mejor conocido como UNSC por sus siglas en inglés, es la agencia militar, exploradora y científica del Gobierno Unificado de la Tierra.

Armadura MARK V.- Después del éxito de la MARK IV, la Dra. Halsey siguió alterando su diseño hasta completar la MARK V, culminación de la MJOLNIR con un constructo de IA incluido. Uno de los rasgos sobresalientes es su tecnología de escudo de energía, desarrollado a partir de tecnología Covenant.

HUD.- (Heads-Up Displays) o en español VFD (Visor Frontal de Datos) es una mejora de las armaduras SPARTANS que permite ver la cantidad de munición, cantidad y tipo de granadas, el medidor de escudos, el mapa, objetivos y la ubicación actual. Este es muy útil y organizado para batallas, debido a que posee un sistema de mira, lo que hace que si se posee un arma cualquiera, se pueda ver una retícula, una actualización que posee también el casco ODST.

IA.- Las Inteligencias Artificiales, abreviado IAs, son construcciones artificiales que muestran una inteligencia similar a la de un ser sensible. Se sabe que antes de su extinción, los Forerunner usaban IAs complejas, mientras que los humanos comenzaron a desarrollar sus primeras generaciones de éstas a mediados del siglo XXI.

Reach.- Es el cuarto planeta más grande en el sistema Epsilon Eridani. Además de ser el mayor exportador no automatizado de titanio, el planeta Reach era, literalmente, el centro del poder naval de la UNSC, sede de un complejo militar sin rival tanto en tamaño como en alcance. El 30 de agosto de 2552, el Covenant apareció con una flotilla de invasión completa y en solo unos cuantos días el planeta quedó destruido.
© 2014 - 2024 Marvbkr
Comments1
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
MeiOne's avatar
Bueno capitulo me agrada Lora :3 es muy tierna...
Esos malditos brutes ¿Que aran alli?
Espero el proximo :D